Camino del Cabo de Formentor, en Mallorca, hay varios lugares donde parar para contemplar el Mediterráneo desde los acantilados. Son lugares donde el viento azota constantemente y la piedra se descubre blanca y dura... parece mentira que de entre esas piedras pueda surgir vida. Estas hojas colonizan cada resquicio donde la roca deja apenas unos granos de tierra donde enraizar...
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